Bloqueos viales entre Pasto y Tumaco
El departamento de Nariño está ubicado en el suroccidente de Colombia y en
su conformación geográfica, contempla su llegada a la cosa del pacifico, a
través de una vía en regulares condiciones que, a lo largo de la misma, tiene
la presencia de varias comunidades negras, e indígenas, las que siempre han
manifestado su preocupación por lo que ellas, consideran el abandono del
Gobierno departamental y nacional.
Es así como, aprovechando la estratégica ubicación geográfica, sus
organizaciones indígenas principalmente, han procedido en múltiples oportunidades
a realizar protestas, por lo que ellos consideran el reclamo de sus justos
derechos.
Sin embargo, han manifestado que en muy pocas ocasiones han sido escuchados
por el Gobierno, situación que a través de organizaciones como las comunidades
indígenas Awa, residentes en municipios como Ricaurte y Barbacoas, en el Pie de
Monter Costero, han salido a realizar acciones de hecho, con el bloqueo de lo
que se conoce en Nariño, como la vía al mar, ocasionado con ello, millonarias pérdidas
resultantes del deterior de alimentos y elementos provenientes del mar
pacifico, con rumbo al interior del país, en donde muchas veces sus alimentos
pierden la cadena de frio, ocasionando un deterioro de los mismos.
Mas problemas
Pero no solo el abandono por obras físicas es el detonante de muchas
protestas, sino también, el continuo asesinato de lideres en la zona, por parte
de grupos al margen de la ley que ocasionan estos hechos.
El periódico El Colombiano, en su edición del pasado 1 de septiembre del
presente año, manifestaba que “La olla a presión de la inseguridad en el
departamento de Nariño está a punto de reventar por una serie de homicidios,
confinamientos y desapariciones, a las que ahora se suma el bloqueo de la vía
Panamericana, un importante corredor vial”.
Todos estos hechos y muchos más, quizá con justo derechos de sus comunidades
han llevado a que se presenten bloqueos viales, y con ello, la protesta de comerciantes
y transportadores ante el Gobierno a fin de que se les garantice la libre movilidad
por la vía.
Estos hechos, por su puesto han traído consigo que el Estado, envíe como
primera medida algunos de sus representantes para iniciar un dialogo y lograr
acuerdos que permiten el levantamiento de los bloqueos y demás.
Intervención de actores
Para el caso que nos ocupa, allí ya intervienen algunas organizaciones de
poder. Por una parte, los indígenas y campesinas, y por otra, los enviados del Gobierno.
Pero como en muchas ocasiones, las soluciones, a través de los diálogos no se
dan los resultados favorables, les corresponde a otros actores, entrar en el
proceso de encontrar soluciones o por lo menos lograr ampliar el circulo de
dialogo para que se puedan solucionar estos inconvenientes.
La Defensoría Nacional del Pueblo, a través de sus funcionarios en Nariño o
incluso con enviados a nivel nacional, son los encargados de ampliar esos
puentes de diálogos. Sus delegados entran a hablar con los representantes de
las comunidades o de organizaciones no gubernamentales que muchas veces
asesoran a los campesinos e indígenas en la búsqueda de estrategias que lleven
a presionar al Gobierno para que acceda a las pretensiones exigidas.
Surgen a los dos actores, anteriores, dos poderes más, La Defensoría del
Pueblo y las directivas de las comunidades indígenas y campesinas o las
organizaciones no gubernamentales.
Pero como muchas veces, detrás de las organizaciones campesinas e indígenas,
desafortunadamente hay actores armados al margen de la ley que obligan a los protestantes
a mantener una línea radical, el Gobierno se ve forzado a utilizar la fuerza
para el desbloqueo vial, y la normalización en el transporte.
Es allí donde nace una situación conflictiva, porque a través de acciones
de hecho, el Esmad o el mismo Ejercito se ven en la obligación de despejar las
zonas de bloqueos.
Primer actor bélico que aparece en escena, el Ejercito.
Sin embargo, para impedir que las fuerzas estatales lleguen a la zona a realizar
los despejes, aparece otro actor bélico, que, en estos casos, generalmente son
grupos rebeldes que actúan en la zona, entre los que se destacan el ELN, las
disidencias de las Farc, y hasta organizaciones de delincuencia común, que
instalan explosivos y hasta atraviesan carros bomba, para que el ejército y demás
fuerzas institucionales no lleguen a la zona del conflicto.
Procedimientos similares
Aunque muchas veces, estos procesos parecen ser el común denominador para acabar
con bloqueo y demás, en varias ocasiones el accionar de algunas entidades como
la Defensoría del Pueblo, permite que estas etapas no se registren.
Precisamente el 3 de septiembre, la Defensoría Nacional del Pueblo referente
a este caso daba a conocer que “gracias al trabajo de mediación de la Defensoría
del Pueblo se logró finalizar una minga indígena que mantenía bloqueada la vía
entre Tumaco y Pasto, a la altura del corregimiento de Llorente, en Tumaco, y
retirar los bloqueos sobre la vía Panamericana”.
Diálogos para desbloquear vía entre Pasto y Tumaco. Foto El Nuevo Siglo
El 4 de octubre del 2022, se presentó otro caso similar que comprometió la
necesidad de actuación de distintas organizaciones estatales y no estatales,
para la solución de un conflicto que en este caso se trataba del bloqueo vial
por parte de las comunidades Camawari que habitan en la zona, argumentando
también abandono del Estado.
Estos ejemplos, son apenas algunos de los múltiples casos que se presentan
entre Pasto y Tumaco, en donde se conoce la presencia y el actuar de estamentos
del Estado y no estatales que intervienen en la solución a de este conflicto.
Rodolfo Pantoja